No hay forma de negarlo: los viajes largos pueden ser muy desagradables. Sufres de jet lag, no falta el compañero de avión impredecible y claro, también puedes caer presa del aburrimiento. No obstante, hay una serie de cosas que puedes hacer para evitar contratiempos y, por qué no, incluso disfrutar el viaje. Pensando en eso, en KAYAK te preparamos algunos tips para que tu próximo vuelo largo no sea un dolor de cabeza.
- Reserva un asiento en el pasillo
A la hora de hacer tu reserva, asegúrate de buscar un asiento en el pasillo para que puedas ir y venir a tu gusto. Un vuelo largo implica que, por más que odies usar los servicios públicos, no podrás evitar ir al baño por lo menos una vez. La cosa se complica cuando tienes que armarte de valor y despertar a tus dos vecinos para poder salir al pasillo.
- Busca el entretenimiento
Es importante tener una buena lectura a la mano, la computadora para ver películas, o incluso algún videojuego en el smartphone para entretenerte. Siempre vale la pena tener un plan b por si no te gusta ninguna de las películas que ofrece la aerolínea.
- No cargues demasiado equipaje de mano
Muchos viajeros se consideran buenos ahorradores y a toda costa tratan de evitar pagar tasas por llevar equipaje extra, lo que compensan sobrecargando el equipaje de mano. En los viajes largos esto puede suponer sacrificar la comodidad. Si no encuentras espacio en los compartimentos superiores y tienes que guardarlo debajo del asiento, puedes ir despidiéndote de dormir tranquilo y preparándote para viajar con las piernas entumecidas.
- Es mejor hacer el ridículo que viajar incómodo
¿Has visto alguna vez esos locos que deambulan por los pasillos del aeropuerto con una almohada pegada al cuello? ¿Te fijaste cómo se tapan las orejas y los ojos incluso antes del despegue? Pues esa gente sí que sabe lo que es un vuelo largo. Sí, es posible que sean objeto de burlas y rumores, pero seguro que su yo interior les agradece cada instante de comodidad.
- Ayuda a tu cuerpo a adaptarse al cambio de horario
Por más que pienses que un vuelo largo significa recuperar las horas de sueño que te venían faltando, no es así. Si te adelantas y duermes más antes de volar, verás cómo te cambia la vida al llegar a tu destino. Si tu vuelo es a las 10 de la noche, échate una siestita antes de partir y no te arrepentirás.
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