Me encantó volar con la aerolínea, en todo aspecto su servicio fue el mejor
El abordaje terrible mi abuela de 83 años pidió una silla de ruedas y jamás llegó las personas que dan el servicio son demasiado groseras y negligentes
No ha sido la mejor, después de ocho horas de espera, mi maleta llego con la ropa mojada, porque entiendo que la tuvieron a la intemperie en un día que no paro de llover y la respuesta después de que se te dañan las cosas, es que es responsabilidad del pasajero el embalaje interior de las cosas.
La organización en la reubicación a otro vuelo, al haberse cancelado este, fue desastrosa.
La comodidad de los asientos y la calidad de la comida, pésimas.
Avión pequeño para vuelo de tantas horas (Lisboa-Toronto). Muy incomodo
El avión iba lleno y como llevaba retraso, decicieron que TODO el munod (salvo los premium) tuviesen que facturar la maleta de mano . Supongo que lo hacían para tener un embarque más rápido, pero eso lleva un perjuicio en el tiempo a esperar a recoger la maleta en las cintas del aeropuerto de llegada. Había un malestar generalizado, porque los maleteros del avión estaban vacíos ya que la gran parte de las maletas se quedaron en bodega. Si un pasajero no lleva más que euipaje en bodega lo suyo es que no tenga que ser obligado a facturar. Yo estaba el primero en mi fila y aun así tuve que facturar igual.
Todo bien, sólo falta de SERVICIO por parte del personal en el aeropuerto
Vuelo cancelado y después de horas de cola no nos dieron ni hotel ni nada para pasar la noche hasta el vuelo reasignado al día siguiente.
TAP PORTUGAL es la peor compañía que existe, y no solo de aviación, del transporte entero
TAP PORTUGAL es con mucho la peor y las ruin de las compañías aéreas
Podrían mejorar la conexión internet que no hubo. Pero los asientos estaban c[modos y el personal amable.
Lufthansa, como prácticamente todas las compañías aéreas, abusan de sus clientes lo que les da la gana sin restricciones. Como al volar siento cierta ansiedad además de pagar el ticket normal tengo que pagar un sobreprecio al comprar los asientos y resulta que luego Lufthansa a pesar de haberme cobrado por esos asientos me los cambia a su voluntad lo que prácticamente supone una estafa. En mi último vuelo es lo que hizo y por ello mi vuelo fue nefasto. Estamos en unos tiempos en que los abusos están a la orden del día y parece ser que nadie tiene la intención de pararlos.
Nada. Por culpa de un retraso en un primer vuelo con vosotros perdí el segundo.
